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lunes, 9 de julio de 2012

Mordida Dañina



Si  usted es padre o madre de un niño(a) cuya oclusión o patrón de mordida se haya diagnósticado como clase II, sepa que yo la llamo la “mordida dañina”, ya que a diario veo en consulta adultos con esta oclusión asociados a una serie de síntomas que no solo abarcan al área de la ATM sino involucran a la columna vertebral.
Hace dos años presencié una conferencia de una autoridad mundial en cuanto a diagnostico y tratamiento de los problemas de ATM. Nos dijo que no dejaramos salir de nuestro consultorio sin tratar a un niño que presentara este tipo de oclusión, ya que ella lo asociaba con el desencadenamiento de todas las alteraciones de la ATM.

Cómo podemos reconocer a una mordida Clase II? Si observamos el perfil de un niño con este tipo de oclusión tiene apariencia de pajarito, su mentón se encuentra muy próximo a la parte anterior del cuello y puede presentar una “papada”. Si le pedimos que apriete sus muelas fuertemente como cuando muerde normalmente y revisamos la posición de sus dientes delanteros, los dientes que ocupan la posición más delantera en el maxilar inferior pueden estar cubiertos total o parcialmente por los dientes anterosuperiores. En una oclusión descrita como Clase I (normo-oclusion u oclusión normal), los incisivos centrales superiores cubren solo un tercio de la cara anterior de los incisivos centrales inferiores.
Si usted descubre que su hijo tiene esta mordida que no gratuitamente yo denomino dañina, y además usted o el otro progenitor sufren de dolores de cuello, espalda y/o ruidos a nivel de la ATM, le recomiendo que lleve a su hijo prontamente al odontólogo para que empiece a combatir ese patrón de oclusión.
Pero si usted ya lo ha hecho y le dijeron que esperara a que erupcionaran todos los dientes permanentes para tratarlo con aparatos de Ortodoncia, le informo que existe otra especialidad en la Odontología denominada: Ortopedia Funcional de los Maxilares, cuyo enfoque permite erradicar este patrón postural negativo a edades tempranas.
Viendo trabajar al Osteópata con uno de mis pacientes Clase II de 8 años de edad, éste me comentó toda  la alteración que desde ya podía percibir a nivel de la ATM. Pensé en la cantidad de niños que he atendido en mi consulta a los cuales solo le recomendé el uso de aparatos de Ortopedia Funcional de los Maxilares, y no les indiqué (por ignorancia en la materia) también tratamiento osteopático para erradicar la “mordida dañina” y el desequilibrio neuromuscular, y en que posteriormente podrían sumarse a la serie de adultos que atiendo a diario para tratamiento no sólo de la disfunción de la ATM, sino de sus consecuencias en el resto del organismo. 
En 1741, Nicolas Andry, uno de los padres de la Ortopedia a nivel médico, la definió como la especialidad que trataba los problemas relativos al “enderezamiento de los niños”. Cuán importante es diagnosticar y tratar integralmente a un niño, corregir en un momento en el cual el crecimiento está en su pleno apogeo a una criatura que hereda nuestras características o que tiene un patrón de mal funcionamiento muscular o dentario. A edades tempranas, con la intervención de la Ortopedia y la Osteopatía podemos erradicar a una “mordida dañina”, pero si esperamos a que salgan todos los dientes permanentes perderemos ese valioso momento, y sólo será posible trabajar con las técnicas de Ortodoncia que en muchos casos indicarán la extracción de algunas piezas dentarias porque no caben dentro del hueso maxilar, dejando a personas con una sonrisa perfecta pero instaurando toda una serie de cambios que conllevan a alterar el resto del organismo porque nunca se contempla tratar la oclusión con el(la) portador(a) de la misma, de forma integral.
Aclaro que no soy una detractora de la ortodoncia, es un recurso que utilizo en los que ya dejaron de crecer, acompañada por supuesto del tratamiento a nivel osteopático, para que pacientes sin alteraciones de la ATM no las padezcan, y para que los infortunados que la hayan sufrido no las vuelvan a padecer jamás.
Joanna Evans. Odontólogo








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